De familia dedicada al mundo de la moda y con el gatillo fácil para tomar el avión, la fuerte y seductora personalidad de esta empresaria todo terreno se forjó en lugares tan inspiradores como Nueva York, Italia o Hong Kong.
Y también su buen gusto y su amor por el interiorismo y el diseño que fue desplazando sus quehaceres anteriores hasta que fundó en 2005, en Barcelona, su propia empresa de reformas y diseño de interiores. A ello ayudó su anterior aventura empresarial con la marca italiana Cristiano di Thiene, (Vicenza), dedicada a diseñar globalmente una cadena de tiendas de aeronáutica. Aquello le sirvió como escuela para desarrollar todas su ideas de diseño: marca, ropa, stands, interiores, etc… Sus días neoyorquinos colaborando con marcas como Tommy Hilfiger, Dona Karan o Ralph Lauren y su corto periplo al frente de una galería de arte habían dejado también su huella.
Diseño de Interiores
Al mando de su nuevo rumbo empresarial Patricia no dejó su periplo internacional pero esta vez para ir decorando y reformando, pisos, oficinas, casas y villas por diversos países como Italia, Alemania y muy especialmente en España.
Su estilo e inspiración beben de la arquitectura de los años 20 y 50 y de creativos como Philippe Starck, Kelly Wearstler, Arne Jacobsen o Lázaro Rosa Violan. Sin olvidar su placer culpable: los grandes hoteles internacionales como el Hudson de Nueva York, el St. Martins Lane de Londres o el restaurante Félix en Hong-Kong. De ahí algunos de sus rasgos distintivos en sus obras: la fusión de elementos viejos y nuevos, la investigación sobre nuevos materiales, los espejos Industriales, las retro-iluminaciones, las baldosas de metro, los colores alineados, el juego con los mármoles, el uso estratégico de piezas de arte atemporales y un ojo privilegiado para mezclar colores.
Pionera del Coliving de luxe en Barcelona
Y ese amor por la arquitectura y al diseño de interiores desemboca también en su última aventura empresarial: lanzar uno de lo primeros colivings de lujo en Barcelona con su propio sello y con ánimo de convertirlo en una cadena por otras ciudades. Patricia detectó la necesidad de esos nómadas digitales, que recorren el mundo gracias al teletrabajo, de tener espacios bellos y funcionales en los que poder vivir, trabajar, reunirse, conversar y mantener también su privacidad, gracias a este novedosa forma de convivencia.
Y su primer coliving del Eixample ofrece exactamente eso: un lugar cómodo y bello donde poder vivir y trabajar compartiendo cocina, comedor, espacio de trabajo, sala de reuniones, sala para ver la tele etc.. y a la vez tener la privacidad de la habitación con baño propio y mesa individual de estudio. No estar solo es importante en una sociedad cuya tecnología aísla a la gente cada vez más .
Todo ello convierte a Patricia en una empresaria visionaria con un estilo propio muy marcado cuya misión desde sus empresas es la de hacer mejor la vida de sus clientes y envolverlos en entornos cálidos y seductores en los que hasta el último detalle, desde las lámparas hasta los revestimientos, están cuidados con un gusto exquisito.