Darse un chapuzón en una piscina en pleno verano siempre es un placer (más si le agregamos una piña colada y una buena compañía), pero el disfrute puede arruinarse por los efectos que produce el cloro en los ojos o en el cabello.
Existen piscinas de aguas cristalinas y completamente naturales, donde la mano del hombre solo ha intervenido para colocar alguna escalera o separaciones en las áreas, y cada vez son más conocidas.
También llamadas biopiscinas, porque no utilizan químicos como sistemas de depuración, sino más bien componentes naturales, como plantas o peces, que ayudan a oxigenar y eliminar los nutrientes que podrían propagar las algas, larvas de mosquitos u otros microorganismos.
En muchos sitios son utilizadas como decoración con jardines alrededor o sillas para contemplar el lugar, ya que al integrarse con el paisaje, se convierten en un verdadero paraíso.
En Europa, desde 1985, varios hoteles han optado por este concepto para ofrecerles a sus huéspedes una experiencia única. Además, es una opción que requiere de poco mantenimiento, porque no se necesita balancear el PH o adaptarle un sistema eléctrico de filtros y es muy amigable para personas que no pueden bañarse en piscinas llenas de aditivos químicos.
La mayoría posee dos áreas, una para el baño y otra donde se encuentran las plantas acuáticas que eliminan las bacterias y los microorganismos. Es decir, que el agua se purifica en un lado, se filtra y pasa al siguiente completamente clara y limpia.
Sin embargo, las piscinas naturales más espectaculares del mundo han sido creadas por la misma naturaleza y podemos encontrarlas en todas las formas y tamaños posibles.
A continuación, te presentamos la lista de las mejores:
Barton Springs Pool, Estados Unidos
Sus aguas provienen de manantiales subterráneos de agua dulce, que alguna vez fueron usados por las tribus de Norteamérica para sus rituales de purificación.
Estas piscinas, ubicadas en Austin, Texas (Estados Unidos), poseen un tamaño de más de tres hectáreas y una profundidad máxima de 18 metros.
La temperatura del agua es ideal durante todo el año (20 grados centígrados en promedio) y la vista es sin duda alucinante.
Bondi Iceberg, Australia
¿Se imaginan nadar en una piscina olímpica de agua salada con el mar de fondo?
Cerca de Sidney, en Australia, se encuentra esta espectacular piscina en la que las olas del Mar de Tasmania interrumpen con frecuencia a los bañistas.
Posee varios carriles de 50 metros de largo para nadar, pero, ¿quién puede concentrarse en las técnicas de natación teniendo una vista tan maravillosa?
Laguna Dudu, República Dominicana
Con una profundidad que supera los 100 metros, esta piscina de agua dulce tiene un color azul tan hermoso que al visitarla muchas personas creen que han llegado al verdadero paraíso… y quizás sea verdad, porque además del espectacular pozo, el sitio ubicado en la costa noreste de República Dominicana, también cuenta con cuevas submarinas muy populares para hacer buceo.
To Sua Ocean Trench, Samoa
En un pueblo de Samoa de nombre Lotofaga existe un gran agujero rodeado de exuberantes jardines y que en su interior alberga una piscina con aguas cristalinas en tonos azul y turquesa.
Los visitantes descienden a través de una escalera de casi 30 metros construida para ello.
La piscina se conecta con una cueva que a su vez conduce hacia el océano.
Cataratas de Kuang Si, Laos
Este sitio es tan surreal que parece un sueño o un fondo de pantalla de ordenador.
Las cataratas de Kun Si son pequeñas cascadas que entre sí acumulan varias piscinas naturales de agua turquesa.
En ellas las personas pueden nadar y observar el maravilloso paisaje que se encuentra alrededor, donde no ha hecho falta en absoluto la intervención del hombre.
¿Conoces de alguna otra de estas maravillas creadas por la naturaleza? déjanos saber en un comentario.