Manejar una compañía con tus amigos viene con una gran cantidad de desafíos únicos, de acuerdo al sitio Inc.. Aquí mostramos como puedes configurar el negocio para que sea exitoso minimizando la tensión en sus relaciones.
De acuerdo a la Asociación de Pequeños Negocios, en el 2014 hubo casi 2 millones de negocios pequeños en los Estados Unidos que fueron clasificados como asociaciones.
Ya fuera que estas asociaciones se formaron con familias o amigos, la dinámica de poseer y operar un pequeño negocio juntos puede poner una tremenda tensión en estas relaciones.
Los co-fundadores y amigos de infancia, Stephen Ufford y Tanis Jorge, están trabajando en su cuarto negocio juntos, calificándolos como “amigos con beneficios de negocios”.
“Hay suficientes ventajas y desventajas asociadas con el inicio de un negocio con tu mejor amigo, pero para nosotros, las ventajas definitivamente pesaron más que las desventajas,” dijo Jorge, cofundador y Director de Operaciones de Trulioo.com, un proveedor global de verificación de identidad. “Nosotros conocemos las fortalezas y debilidades de cada uno y llenamos los vacíos cuando necesitamos, sin la necesidad de discusiones largas sobre quien hace qué y por qué. Aún más importante, antes de empezar nuestro primer negocio juntos, desarrollamos un pacto de negocios que todavía se mantiene fuerte y verdadero desde el 2000.”
Establecer un conjunto de normas antes de empezar el negocio podría ayudarte a empezar bien. Aquí presentamos tres consejos para empezar un pequeño negocio con amigos y mantener las relaciones:
1. Comprométanse a “comunicarse temprano y a menudo”
Establecer reglas con respecto a la frecuencia y modo de comunicación entre socios es el eje de trabajar con amigos.
Simplemente porque los dos comparten la pasión por el negocio no significa necesariamente que tienen la misma perspectiva en cada una de las decisiones que se necesitan tomar.
Hablar sobre las decisiones difíciles y llegar a acuerdos mutuos fortalece la relación y el negocio. Por otro lado, la ambigüedad expone los problemas en relaciones y pueden significar el fracaso.
Regularmente programada, una comunicación abierta y honesta es una parte esencial de una asociación exitosa.
2. Sé Específico al definir “roles y responsabilidades”, pero permite entrenamiento en otras areas
Mientras que delinear roles y responsabilidades al principio es esencial, posiblemente no sea suficiente. Del mismo modo que los negocios crecen y evolucionan, los roles de los socios también lo hacen.
Es una cosa decidir inicialmente que el socio [A] tiene sus labores específicas mientras que socio [B] tiene las suyas, pero ¿que pasa cuando aparecen nuevas responsabilidades? Una conversación continua es necesaria para mantener los roles bien definidos.
También, devolverse periódicamente para redefinir responsabilidades tiene el beneficio agregado de destacar áreas potenciales de capacitación para otras funciones.
Los negocios que se manejan con “islas” de responsabilidad son mucho más propensos a sufrir de devastadores resultados de pequeños contratiempos, como la enfermedad de corto plazo de uno de los socios, que los negocios que tienen diferentes formas de completar labores esenciales.
3. Estén de acuerdo que vuestra amistad siempre vendrá primero al menos que el negocio venga primero
Los socios deben empezar con el entendimiento que en el calor del momento, se tendrán que tomar decisiones por el bien del negocio que podrían irritar a un socio o al otro.
En algún momento se tendrán que examinar los egos y se tendrán que utilizar muy gentilmente para que el negocio pueda prosperar. Saber que cada socio respeta al otro y que toma el éxito de la compañía en serio, les habilita para tomar decisiones sabias aunque no sean populares.
Al final, la rentabilidad del negocio tiene que tomar precedente ante los egos involucrados para que el negocio pueda tener éxito.
Aunque dirigir un negocio con el modelo de asociación podría presentar algunos retos, también puede ser personalmente y profesionalmente gratificante.
Profundizar en la relación, al igual que darle a los socios mucha más libertad de lo que sería posible en una empresa unipersonal, son dos de las ventajas. Así que invertir tiempo extra en preparar la relación para la presión de compartir un negocio beneficiará a todos los involucrados a largo plazo.