El proceso de pedir papas fritas por el estrecho carril de un drive-thru (autoservicio) de McDonald's en Francia resultó ser más difícil que cometer un sacrílego gracias a la incorporación de un Bugatti Chiron Super Sport de 4 millones de dólares.
La visita a la franquicia de comida chatarra, que es un insulto a la orgullosa historia de la nación en cuanto a su comida exquisita y sus super elegantes coches de lujo, reveló en realidad algo sobre la "lucha diaria" de conducir un supercoche.
La prueba la llevó a cabo Carwow y no consiste en otra cosa que en conducir un Bugatti Chiron Super Sport por un carril de un restaurante de comida rápida. Sin embargo, la tensión y las apuestas se elevaron por la incapacidad del superdeportivo en realizar la tarea (y bueno... junto con una música de suspenso al estilo de las películas de acción). Para empeorar las cosas, los carriles de autoservicios nunca son del todo rectos y a menudo tienen giros bruscos de 90 grados.
Para el reto, el presentador Mat Watson de CarWow, necesitó de la ayuda de (creo) Andy Wallace, jefe de pruebas de Bugatti y piloto ex ganador de Le Mans. En el video, puedes ver que el anfitrión requirió de más orientación a través del drive-thru de McDonald's para completar el challenge. Todo esto gracias a la portentosa anchura de más de 2 metros del Chiron y a los aterradores costes relacionados con su daño, aunque sean mínimo.
El vídeo comienza con Matt poniendo todo tipo de caras mientras trata de conducir el Bugatti por el estrecho carril de acceso. Incluso se cuestiona si toda la proeza "merece la pena". En la mayoría de los hipercoches, los asientos están tan abajo que resulta imposible ver delante del capó. De hecho, Matt se ve obligado a elevar la altura del asiento para tener una visión más clara de la parte delantera.
Al fin y al cabo, no quiere rayar la carísima carrocería del Bugatti Chiron Super Sport por una bolsa de papas fritas. Una vez que se le pide que pague, Watson tuvo que abrir la puerta del Bugatti y extender su cuerpo todo lo que pudo para alcanzar la máquina de débito, inaccesible por su distancia al bordillo (¡no quiero rayar el supercoche) y por el pequeño tamaño de la ventanilla. Watson se lo toma a risa y se le puede acusar de exagerar el dramatismo para entretener a su audiencia. Sin embargo, se puede ver a varios miembros del equipo de CarWow guiando a Matt desde el exterior.
Los sensores del coche no dejaban de gritar: "Matt conduce con cuidado el Chiron hasta la ventanilla de pedidos."
Ahí es donde se da cuenta de que no es sólo la anchura del hipercoche, sino también su baja altura y sus amplias puertas lo que le dificulta hacer su pedido de patas fritas. ¡También resultó que Matt sabe francés! Se puede ver a varios transeúntes sacando sus smartphones para grabar al Chiron SS en un autoservicio de McDonald's.
Finalmente, el afable periodista automovilístico se dirige a la última ventanilla para coger las papas fritas que ha pedido e inmediatamente se dirige a la autopista abierta para conducir el supercoche a velocidades cercanas a las 200 mph (320 km/h).
A continuación, vea el video completo: