El tiempo es la materia prima de nuestras vidas. El modo en que decidimos emplearlo da forma a nuestra vida. Por eso, tener la motivación para emplearlo en conseguir objetivos es crucial para crear la vida que queremos.
¿Qué es la motivación?
El diccionario de Oxford define la motivación como el deseo o la voluntad de hacer algo: nuestro impulso para pasar a la acción.
Científicamente, la motivación tiene sus raíces en las vías de la dopamina de nuestro cerebro. Cuando hacemos algo que nos hace sentir bien, es la dopamina la que actúa. Nuestras acciones están impulsadas por el deseo de obtener esa recompensa (la buena sensación).
El autor Steven Pressfield describe la motivación de manera más práctica. Dice que llegamos a un punto en el que el dolor de no hacer algo se vuelve mayor que el dolor de hacerlo. Considera la motivación como cruzar el umbral donde es más fácil actuar que estar inactivo. Como elegir sentirse incómodo al hacer llamadas de ventas en lugar de sentirse decepcionado por la disminución de dinero en la cuenta bancaria.
Independientemente de cómo lo piense, todos queremos mantenernos motivados para lograr nuestros objetivos.
Cómo mantenerse motivado para lograr sus objetivos
James Clear, el autor de Atomic Habits, dice que la mayoría de la gente malinterpreta la motivación. Piensan que la motivación es lo que nos lleva a actuar.
En realidad, la motivación suele ser el resultado de la acción, no su causa. Una vez que empezamos una tarea, es más fácil seguir progresando. Como la primera ley de Isaac Newton: los objetos en movimiento permanecen en movimiento.
Esto significa que la mayor parte de la resistencia a la hora de trabajar en tus objetivos se produce justo antes de empezar. Dado que la motivación se produce de forma natural después de empezar, tenemos que concentrarnos en hacer que el comienzo sea más fácil.
4 formas de hacer que empezar sea más fácil
1. Prográmalo
Una de las razones por las que las personas no pueden comenzar con las cosas es porque no han planeado cuándo hacerlas.
Cuando las cosas no están programadas es más fácil que se queden en el camino. Acabarás esperando que la motivación caiga en tu regazo o esperando que reúnas la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo.
Un artículo de The Guardian decía: "Si desperdicias recursos intentando decidir cuándo o dónde trabajar, impedirás tu capacidad de hacer el trabajo".
2. Mídelo
Es fácil sentirse sin inspiración cuando no sabes si estás progresando o para qué estás trabajando. Por eso necesitas hacer que tu éxito sea medible de alguna manera. Comenzar es fácil cuando sabe exactamente cuánto más cerca lo llevarán sus acciones actuales de lograr su objetivo.
3. Motivación extrínseca
Este tipo de motivación procede de factores externos. Puede ser positiva o negativa. La motivación positiva consiste en incentivos como el dinero, los premios y las calificaciones. La motivación negativa consiste en elementos disuasivos como el despido, las peleas o las multas. La motivación extrínseca no funciona eficazmente a largo plazo, pero puede funcionar bien a corto plazo para ponerte en marcha en algo.
4. Hazlo público
Manténgase responsable diciéndoles a sus amigos y familiares sus objetivos, o incluso compartiéndolos en las redes sociales. Esto hace que sea más fácil comenzar algo porque estás presionado para no defraudar a los demás.
"La gente suele decir que la motivación no dura. Pues bien, bañarse tampoco, por eso lo recomendamos todos los día". – Zig Ziglar
Cómo mantenerse motivado a largo plazo
Cuando decimos que queremos sentirnos motivados para hacer algo, no queremos que nos empujen o nos hagan sentir culpables para hacer una tarea. Queremos sentirnos tan atraídos por la idea que no podamos resistirnos a no pasar a la acción. Por eso es importante construir una base que te permita ser constante.
Estas 5 técnicas te ayudarán a conseguirlo:
1. Mantente en tu zona de confort
La zona de confort es aquella en la que una tarea tiene el nivel perfecto de dificultad, ni demasiado difícil ni demasiado fácil. En esta zona, alcanzamos la máxima motivación y concentración.
Por ejemplo, digamos que estás jugando un partido de tenis serio contra un niño de 4 años. En este nivel de dificultad, te aburrirás rápidamente y no querrás jugar. Ahora digamos que estás jugando un partido de tenis serio contra Rafael Nadal. En este nivel de dificultad, te desmotivarás rápidamente porque el partido es demasiado exigente.
La zona de confort está en el medio de ese espectro. Quieres enfrentarte a alguien con la misma habilidad que tú. De esta forma tienes una oportunidad de ganar, pero tienes que concentrarte e intentarlo. Ajustar la carga de trabajo y los objetivos a lo largo del tiempo para mantenerte dentro de tu zona te mantiene comprometido y motivado a largo plazo.
2. Perseguir objetivos intrínsecamente motivacionales
Estar intrínsecamente motivado para conseguir un objetivo es cuando se quiere conseguirlo por lo que es. No hay factores externos como una recompensa o el riesgo de ser despedido. El impulso detrás de tus acciones viene de adentro.
Para la mayoría de los objetivos intrínsecos, los perseguimos porque enriquecerán nuestras vidas o nos acercarán a la plenitud. Eso hace que estos objetivos sean extremadamente sostenibles a largo plazo porque afectan directamente nuestra calidad de vida y las cosas que nos importan.
3. Usa la "fragmentación"
La fragmentación es la técnica de dividir un objetivo en metas más pequeñas a corto plazo. De este modo, se consiguen múltiples éxitos en la persecución del objetivo principal. Esto activa el sistema de recompensas del cerebro y le impulsa a seguir adelante.
Tradicionalmente, puedes establecer una meta que esperas alcanzar en un año. Eso es mucho tiempo para comprometerse sin ver ningún resultado en el camino. Al dividir sus objetivos en objetivos mensuales o trimestrales, obtiene el refuerzo positivo constante que necesita para mantenerse motivado a largo plazo.
Por ejemplo: en lugar de tratar de perder 50 libras en un año, intente perder 4 libras cada mes durante 12 meses.
4. Sea flexible
Todos somos víctimas de las circunstancias. A lo largo de nuestro viaje suceden cosas a las que podemos adaptarnos o simplemente abandonarlas. Por eso es importante tener margen de maniobra y flexibilidad cuando se persigue un objetivo.
Si esperas que todo salga a la perfección, el fracaso inevitable puede hacer que te desconecte y te quedes sin ganas. Cuando planeas que las cosas salgan mal, te aseguras de que puedes mantener el ritmo a largo plazo.
5. Persigue tus objetivos de forma sostenible
No pierdas la esperanza si no tienes éxito de la noche a la mañana. Los éxitos de la noche a la mañana son el 1%; en su mayor parte, no existen.
Lo que vemos como un "éxito de la noche a la mañana" es, en realidad, innumerables horas de trabajo tras bastidores que finalmente alcanzan un punto de inflexión. Perseguir los objetivos es una cuestión de paciencia, persistencia y esfuerzo invisible.
No te compares con los demás. La comparación es una receta para la caída de confianza en uno mismo y la satisfacción. Además, cultiva una mentalidad en la que crees que no has hecho lo suficiente. Como resultado, puedes aumentar tus expectativas y presionarte más.
Esto no tiene sentido porque las cosas que merecen la pena ser logradas toman tiempo. Así que, no te compares con las cosas que te rodean al empezar.
Dominar la motivación es un superpoder. Con esa habilidad al alcance de tu mano, puedes lograr todos tus objetivos y dar forma a la vida exitosa que quieres vivir.
Con información del sitio web Addicted2Success.com. En 2011, el empresario, blogger, orador, entrenador y autor australiano Joel Brown, fundó Addicted2Success con la misión de empoderar e inspirar a las personas alrededor del mundo mediante la difusión del conocimiento, el desarrollo personal e historias que cambian vidas. Mantente al día con los últimos artículos de Addicted2Success en tu plataforma favorita Facebook o Twitter.