Los aficionados al fútbol no podrán evitar emocionarse al escuchar el nombre de Thomas Gravesen. De hecho, no recordarán al ex centrocampista de Real Madrid y Everton por sus habilidades técnicas, sino más bien por sus locuras dentro y fuera del campo.
En su hoja de vida: disparar cohetes a Wayne Rooney, noquear un diente al “Fenómeno” Ronaldo y pelear con Robinho durante una sesión de entrenamiento. Con estos hitos, no sorprende que el nacional danés haya sido definido como “una granada a punto de explotar” y que su apodo sea “Mad Dog”.
Sin embargo, hoy Graveson es un multimillonario. ¿Qué pasó con el “perro loco” tras su jubilación del fútbol jugado a los 33 años? ¿Cuáles son los secretos de su éxito?
Cuando colgó las botas en la temporada 2008/2009 con el Everton, Gravesen salió de la escena pública en completo silencio. Su ausencia duró hasta 2013, cuando reapareció de manera inesperada y en gran estilo en Las Vegas.
Según el “Sun” británico, el ex-Galáctico habría dedicado este período de distancia de los reflectores ideando un plan para construirse una pensión dorada. En sólo cuatro años, el danés logró convertir sus ahorros de futbolista en un botín de más de 120 millones de dólares.
Este impresionante resultado no se debe sólo a su espíritu empresarial y a inversiones fructíferas en bolsa. Es gracias a la habilidad mostrada en los casinos que Gravesen pudo mantener inalterado o incluso incrementar su patrimonio en el tiempo.
El ex-Blanco es recordado de hecho por las innumerables horas pasadas rodeado por los inconfundibles sonidos de las ruletas y slot machine de la “Ciudad del pecado”. En particular, son memorables sus manos millonarias en el póker, hechas de ganancias asombrosas, así como derrotas inolvidables.
A este respecto, un testigo ha confirmado estar presente la noche en que Gravesen perdió 70 millones de dólares en cuestión de horas. Afortunadamente, este episodio fue único en su género y no lo alejó de la vida lujosa a la que estaba acostumbrado.
No es de extrañar, por lo tanto, que su mansión – estimada en seis millones de dólares – se encuentre en la urbanización privada de Canyon Fairways. Sus vecinos en esta zona exclusiva de Las Vegas situada a dos pasos de las Spring Mountains eran celebridades como los ases del tenis Steffi Graf y Andre Agassi y la estrella del cine Nicolas Cage.
Además, Gravesen ha sido visto en varias ocasiones corriendo por las calles de Las Vegas a bordo de su SLR McLaren. Con un valor aproximado de 500 mil dólares, este modelo de Mercedes ha sido fabricado en tan solo 2157 ejemplares y alcanza una velocidad de 334 kilómetros por hora.
La segunda vida de Gravesen, de todas formas, no podría considerarse completa sin las mujeres, otra de sus grandes pasiones además del fútbol, el póker y la alta velocidad.
Mientras su permanencia previa en Miami le trajo aventura, la de Las Vegas es sinónimo de estabilidad. Si en Florida el campeón se enamoró de la actriz porno Kira Eggers – una de las mujeres más sexys del mundo en 2004 – en Nevada, empezó una relación estable con la modelo checa Kamila Parsse.
Hace poco – después de más de diez años de distancia del mundo del fútbol – "Mad Dog" regresó a Dinamarca. Desde principios de 2020, trabaja de comentarista deportivo para la televisión pública nacional: esta es la última sorpresa de Gravesen – sólo en términos temporales.
No son muchos los que pueden presumir de haber jugado al lado de campeones como Beckham, Raúl y Zidane. Entre ellos, son aún menos los que pueden mirar por encima de sus hombros y calificar de normal tal experiencia.
Gravesen es uno de ellos. De jugador excéntrico e inevitablemente a la sombra de sus formidables compañeros de equipo, el danés renació a una nueva vida primero en los Estados Unidos y luego en su país natal.
Como la historia de Gravesen enseña: soñar con ser millonario es posible, soñar con ser multimillonario lo es aún más.
