Para celebrar el Día de San Valentín, un caballero enamorado renunció a la habitual caja de chocolates o a la docena de rosas y optó por un sentimiento un poco más directo: un superdeportivo Bugatti Chiron Sport en los tonos de rosa y blanco.
Al no poder regalarle a su esposa el Palais Bulles —la mega propiedad de Pierre Cardin en la Rivera francesa, que está a la venta por nueve cifras—, otro detalle material más amplio como un Bugatti hubiera sido difícil de concebir.
El Bugatti Chiron Sport "Alice" que el caballero regalo a su esposa, Alice, está pintado en tonos brillantes, el capó blanco como la nieve y una parte trasera de rosa.
Las llantas rosas, los espejos retrovisores en dos tonos y el parachoques inferior rosa también estaban en el pedido. Los interiores del superdeportivo están igualmente personalizados, con el nombre de la amada bordado en los reposacabezas y estampado en los umbrales de las puertas.
¿El precio exacto de esta bestia rosa? No se sabe. El precio base de un Chiron Sport es de algo más de 3,2 millones de dólares, y la personalización probablemente ha añadido una cantidad nada despreciable a esa cifra.
Pero además, que importa; al amor no se le puede poner precio y menos si tiene la aprobación de Bugatti.