En medio de una marejada de contenidos digitales y la incertidumbre enraizada por la pandemia de coronavirus, la costarricense Claudia Marín se sumergió sin miedo en el mundo virtual para ofrecer sus entrenamientos a través de ZOOM como una herramienta de transformación y bienestar emocional.
Cuando todo era caos y temor, esta entrenadora personal de 39 años se propuso inyectar de energía positiva a cientos de personas alrededor del mundo con sus ejercicios.
Ahora cuenta con una cálida comunidad de apasionados por el fitness, conectados a diario para recorrer un emocionante viaje que pone a prueba la perseverancia, disciplina y motivación para alcanzar metas. Sus sesiones virtuales elevan la autoestima, inspiran el cambio y abrazan cada logro alcanzado. Y estos impactos positivos son más tangibles en ellas.
“Lo más importante que he logrado es crear un grupo de mujeres, una comunidad donde se apoyan y motivan a diario, viendo cómo a través del ejercicio logran mejorar no solo su estado físico, sino también su estado emocional y mental. Se trata de una experiencia holística para sentirse pleno en todas las áreas de su vida”, dice Marín desde su hogar en San José, Costa Rica.
Sus rutinas inician con el alba, mientras su esposo e hijo aún descansan y cuando el sol apenas ilumina las planicies ticas. Los tambores y trompetas suenan en sus audífonos, enciende su computadora, y se aferra con energía al timón de su bicicleta estacionaria. Con mucha alegría en su mirada, comienza a saludar a cada uno de sus clientes.
“¡Buenos días! Suban el volumen a sus computadoras, nos preparamos para entrar en calor. Doña Andrea, móntese en la ‘bici’ de una vez… vamos. Vista al frente, respiro por la nariz y exhalo por la boca. Muy bien gente, ajuste el paso, disfrútelo”, son algunas de las frases que se escuchan cuando todos comienzan a pedalear a eso de las 6:00 am.
Y añade: “el mayor impacto de estos entrenamientos se da a nivel motivacional, porque uno como profesional les transmite a sus clientes disciplina. Cuando se quiere se puede, pero se debe de decir ‘no’ a muchos malos hábitos y adquirir disciplina. Personas que toman esas decisiones inspiran más mí trabajo y me llenan el corazón. Son gente real, con sueños y metas reales, personas que durante una pandemia logran cosas que no lograron en una ‘normalidad’. Son mí motor y siempre lo diré, amo mí trabajo porque ayudo a las personas a pasar ese límite que jamás pensó lograr, hacer cosas que nunca imaginó. Esa es parte de la magia de ser entrenadora. Est
Claudia Marín: Mujer 4 x 4
Lo que ahora es su modo de vida surgió a mediados de marzo, durante el confinamiento obligatorio que los países impusieron para prevenir la propagación acelerada del virus y luego de perder su trabajo en una cadena de gimnasios en San José.
Claudia se encontraba en la cúspide de su profesión, disfrutaba ser coordinadora del área de fitness, tenía a su cargo diez instructores de planta y ofrecía cuatro entrenamientos personales a diario.
“Ese día nos informan que el Ministerio de Salud viene cerrando gimnasios, junto con la policía municipal. Que debíamos sacar todas nuestras pertenencias del gimnasio porque no se sabía hasta cuando iban a quitar los sellos de cierre. Cuando llegué a mi casa exploté en llanto en el sillón de la terraza, pensando que iba a pasar de todos los empleados de la empresa, pensé en mis clientes y obvio en mí y mi parte económica de la cual dependo para ayudar a mí mamá y a los gastos de mí casa. Oré junto con mi esposo y pedimos a Dios que tomara control de todo”, comentó.
Aunque el encierro acabó con todo, Claudia decidió convertir la crisis en una gran oportunidad
“Me propuse seguir entrenando en casa, comencé a invitar a una que otra cliente a entrenar conmigo a través de ZOOM para sentirme acompañada y liberar un poco el estrés y la tensión de la situación que estábamos viviendo. Cada día fueron llegando más y más, hasta que la pantalla de mi computadora se llenó. Tuve que invertir en una nueva, porque esto se convirtió en mi nuevo trabajo. Renuncié al gimnasio donde trabajábamos y ellos me dieron la oportunidad de continuar de forma independiente”.
Esta reinvención profesional trajo muchísimos aprendizajes, porque no solo debió enfocarse en ofrecer una gran experiencia a sus clientes; sino también en llevar una contabilidad ordenada y hacer mercadeo de sus nuevos servicios. Y a pesar de ampliar el radio de acción, su nuevo trabajo le deja más tiempo para otras facetas de su vida.
“Las tardes son para mi hijo. Este hombrecito me está enseñando a ser mamá. Realmente es un aprendizaje diario el hecho de ser madre, Leito saca lo mejor de mí, espero siempre guiarlo de la mejor manera y lograr que día a día valore lo hermoso de la vida y lo privilegiado que es. Amo ser mamá y más el ser la mamá de un niño feliz, inteligente y lleno de la gracia de Dios, como siempre se lo digo”, dice Marín con una amplia sonrisa.
Innovar para conquistar
Su éxito motivando a las personas a transformarse de pies a cabeza la llevó a desarrollar su propia aplicación fitness – Claudia Fitness Studio App. Hoy en día, sus clientes están dispersos por el globo.
Se conectan a través de su app desde Holanda, Luxemburgo, Austria, Estados Unidos y Panamá. Lo que inició con cuatro personas, ahora es un grupo de más de 200 en siete meses
Esta profesional del entrenamiento recuerda que “deseaba ofrecerles a mis clientes algo más innovador, más profesional. Así me convencí que ese era el camino, el camino que Dios quería para mí. Y como me gustan las cosas bonitas, entonces me enfoqué en hacerlo así. Inclusive una clienta me regaló el logo y el diseño, eso me impulsó más. Mis clientas me ayudaron a crear esto… hasta me obligaron a cobrarles, porque al inicio era gratis”.
En la aplicación, pueden encontrar diversos programas de entrenamiento disponible todos los días, que se transmiten por medio de ZOOM.
Claudia reconoce que esta reinvención personal le ha permitido salir adelante con su familia y poder aportar con los gastos de su casa y para ayudar a su mamá. Pero lo más importante para ella es haber descubierto una nueva pasión: ayudar a transformar la vida de otras personas más allá de lo físico, en donde los cambios impactan más, lo emocional y mental.
“Deseo seguir aprendiendo sobre movimiento y fitness, complementarlo con una certificación como coach deportivo y ojalá una maestría en salud o algo afín a mi carrera. Me emociona mucho ver cómo las personas mejoran en su seguridad personal, en lo emocional. Me veo fortaleciendo aún más este proyecto y generando condiciones para que esta comunidad crezca”, añade la entrenadora.
El futuro de esta joven madre es prometedor, no solo por su deseo de conquistar más áreas de aprendizaje, sino por transmitir su experiencia, energía y alegría por la vida a cientos de ávidos clientes que se apasionan por entrenar el cuerpo y la mente.
TESTIMONIOS: Personas que perdieron peso entrenando con Claudia, comparten sus fotos.
"Que bonito llegar arriba de los 50's así". Esta pareja entrena con Claudia por varios años ya, inclusive ahora desde el estado de Carolina del Norte, EE.UU.
La diferencia entre una y otra foto es de mes y medio, pero la diferencia entre la seguridad y la motivación es un siglooooo!!!
Cuando se quiere se puede...pero se debe de decir STOP a muchos malos hábitos y adquirir disciplina. Personas que toman esas decisiones inspiran más mi trabajo y me llenan el corazón.
Si deseas entrenar con Claudia Marín y ser parte de esta gran comunidad, puedes conectarte con ella vía Whatsapp: +506.8821.8239, o por redes sociales: Instagram, Facebook y YouTube.