La forma más rápida de recibir es cuando damos

Te comparto algunos de los beneficio que recibirás al ser una persona generosa
Shutterstock.com

Parece totalmente contradictorio, pero es una realidad. No importa cuanto demos, el bienestar que recibimos al hacerlo, siempre es una recompensa mayor que cualquier cosa que demos.

Te comparto algunos de los beneficio que recibirás al ser una persona generosa:

1. Darás equilibrio y horizonte a tu vida

Tendemos a quejarnos constantemente, si nos va muy bien por la cantidad de trabajo y compromisos que tenemos, así como si estamos en momentos difíciles financieros de lo "poco" que tenemos y de lo mucho que nos hace falta.

Cuando damos, inmediatamente nuestro horizonte se pone en el lugar correcto. Al dar al prójimo nos damos cuenta de que si creíamos tener muy poco, realmente no es tan poco.

Y si estamos con holgura económica, que hay una satisfacción en dar muy superior a cualquier artículo nuevo que podamos adquirir.

Te amplío en este video, haz click aquí.

2. Contribuimos a un mejor legado para nuestra familia

Queremos tener un país más seguro, que la delincuencia disminuya, oportunidades de trabajo, una nación económicamente fuerte y sin pobreza.

Normalmente delegamos estas atribuciones al gobierno, cuando realmente somos nosotros lo que debemos hacer algo al respecto.

Cuando somos generosos, inmediatamente estás poniendo tu granito de arena para mejorar el lugar donde vivimos, ya que una familia sin la urgencia de comer, será menos propensa a delinquir, una familia que cuente con estudios será una familia que aporte a la sociedad.

Si todos practicáramos la generosidad, nuestra sociedad sería mucho mejor.

3. Maduras tu carácter

Cuando compartes con el más necesitado, estás mejorando inmediatamente como persona, te conviertes en una persona más agradecida y menos egoísta, tu forma de ver la vida cambia junto contigo.

Ya no te enfocas tanto en los problemas, sino aprendes a estar feliz no importando en la situación que te encuentres, ya sea de abundancia o de escasez.

La generosidad te hace una persona con un enfoque positivo y contagioso, que repercute en tu beneficio en todas las áreas de tu vida.

4. Abres ventanas de bendición para tu vida

Salomón nos dice en Prov.11:24-25, que aquellas personas que reparten les es añadido más, que todos aquellos que tienen alma generosa son prosperados. No significa que demos esperando una retribución, pero es una promesa hacia la persona generosa.

Ponte a pensar por un momento, si tuvieras la capacidad de bendecir a alguien, lo harías a una persona que sólo pide por sus intereses egoístas o preferirías a una persona que comparte con una más necesitada.

Procuremos ser de los que compartimos de lo que tenemos.

5. Encuentras un propósito de vida mayor

Cuando permites que la generosidad se adentre en tu corazón, te despertará un deseo de hacer con excelencia todo lo que haces, para poder tener más recursos que poder invertir en aquella causa que te ha cautivado y eso es contagioso y apasionante.

Te verás en un circulo virtuoso de satisfacción, energía y propósito que no tiene precio.

Quieres tener una mejor vida, decide dar primero. Te aconsejo realizarlo de la siguiente forma:

Pixabay

1. Pon una cantidad en tu presupuesto

Si estás iniciando, no lo hagas con un porcentaje, asigna una cantidad para generar el hábito, la cantidad no importa, es tener algo designado para este propósito.

Si Dios te ha bendecido financieramente en abundancia, asigna como mínimo un 5% para este fin, será la mejor inversión que hagas.

2. Da de forma periódica

Como cualquier buen hábito, si dejas de practicarlo se olvida. Deja de manejar bicicleta por un tiempo y te costará retomarlo nuevamente, igual es con la generosidad.

¡Aunque sea poco, pero hazlo constantemente!

3. Da personalmente

No dejes a una iglesia o institución la responsabilidad completa de la generosidad, involúcrate activamente en ella.

Visita la escuelita, orfanato, o la persona a que vas a apoyar, involúcrate y mejor aún sí lo haces en familia.

Créeme que la experiencia es totalmente diferente y mucho más gratificante para tu vida.

4. Hazlo una prioridad

No lo tomes como una buena práctica para alivianar la conciencia, hazlo parte de tu vida como algo crucial para tu familia.

En la medida que la generosidad escale en tu lista de prioridades, le darás mejor calidad a tu presupuesto y no sólo cantidad.

5. Da intencionalmente y sin juzgar

Enfócate en dar y no en el uso que lo dará el receptor, recuerda que el beneficio inicial es para ti y él emitir un juicio puede quitarte esa satisfacción.

Hay muchas necesidades a nuestro alrededor y puedes escoger aquella en la que te sientas más inclinado a apoyar, lo importante es ser intencional y dar de corazón.

Evita pensar que tu ayuda no resolverá un problema, lo que importa es tu aporte hacia el mismo, deja lo demás en las manos de Dios.

Te comparto este video que te ejemplificará al respecto, haciendo click aquí.

Finalemente, una persona generosa da:
  1. Con alegría
  2. Con Amor
  3. En todo momento
  4. Personalmente
  5. Como si lo dieras a Dios mismo.

Artículo escrito por Cesar Tánchez, reconocido empresario, mercadólogo, autor de libros de desarrollo personal y orador motivacional guatemalteco. Si te gustó, asegúrese de seguir las redes sociales de Cesar Tánchez en Facebook, Twitter, YouTube o ingresa tu correo aquí y recibe periódicamente información que te ayuden a tener una vida abundante y feliz.

Salir de la versión móvil