Una carta, escrita a manos, por uno de los más famosos físicos del siglo XX, Albert Einstein, en la que rechaza explícitamente a "Dios" y la religión, fue recientemente vendida en la casa de subastas Christie's Nueva York por segunda vez desde que la escribió un año antes de su muerte.
Einstein escribió y envió la infame carta titulada: "God letter (Carta de Dios)", al filósofo alemán Eric Gutkind en 1954, quien había escrito el libro titulado, "Choose Life: The Biblical Call to Revolt (Elige la vida: El llamado bíblico a la rebelión)" y que, aparentemente, a Einstein no le gustó.
La carta, escrita en alemán, causó sensación cuando se hizo pública por primera vez en una subasta en 2008. El pasado martes, la carta se volvió a subastar por la casa Christie's en la ciudad de Nueva York por el precio récord de $2,9 millones (€2,5 millones) o casi el doble del precio de venta, inicialmente estimado en $1,5 millones (€1,3 millones).
"La palabra Dios es para mí nada más que la expresión y el producto de las debilidades humanas, la Biblia es una colección de leyendas honorables, pero aún primitivas, que sin embargo son bastante infantiles", escribió Einstein en su carta.
"Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, puede (para mí) cambiar algo sobre esto".
El físico alemán de origen judío, comenzó su carta elogiando a Gutkind por compartir un impulso común de "esforzarse por mejorar y perfeccionar la existencia", pero pronto estuvo en desacuerdo con los ideales religiosos de Gutkind.
En la carta, Einstein hizo críticas hacia su propia identidad judía, cuestionando específicamente las afirmaciones de que los judíos eran "personas elegidas".
"El pueblo judío, al que pertenezco con gusto y en cuya mentalidad me siento profundamente anclado, para mí todavía no tiene ningún tipo de dignidad diferente de los demás pueblos", escribió.
"En lo que a mí experiencia se refiere, los judíos en realidad no son mejores que ningún otro grupo humano, incluso los que están protegidos de los peores excesos humanos por la falta de poder. En caso contrario, no puedo percibir nada de 'personas elegidas' sobre ellos".
La carta de Dios parece resumir el punto de vista de Einstein sobre la religión formal y la idea de un Dios que desempeña un papel activo en la vida cotidiana, respondiendo a las oraciones individuales.
"No creía en un Dios que anduviera eligiendo a un equipo deportivo o a personas favoritas", dijo Walter Isaacson, el autor de la biografía de "Einstein" 2007.
Pero según los expertos, en otras ocasiones, Einstein se describía a sí mismo como "no un ateo" y la carta de Dios no anula sus características de pensar, aparentemente espirituales.