En 1884, un inventor de origen serbio de 28 años llamado Nikola Tesla emigró a América desde París. Mientras pasaba por Ellis Island, las posesiones mundanas consistían en un libro de poesía, una carta de recomendación y exactamente cuatro centavos en moneda americana.
Esa carta de recomendación iba dirigida a otro genio y uno de los hombres más famosos en Norteamérica en ese tiempo: Thomas Edison.
Edison y Tesla trabajaron juntos durante un corto tiempo, debido a que su rivalidad calentó una revolución eléctrica que cambió drásticamente las vidas de todos los seres humanos en la tierra.
Las innovaciones eléctricas de Tesla en aquel entonces siguen siendo el estándar a día de hoy, más de 100 años después. Las más de 300 patentes diferentes de Tesla le dieron fama y fortuna y, en algún momento, los pagos de regalías de su patente de Corriente Alternativa tenían un valor equivalente a cientos de millones de dólares.
Según la mayoría de las estimaciones, los derechos de Tesla eran tan valiosos que fácilmente pudo haberse convertido en el primer multimillonario del mundo y la persona más rica del planeta. Pero nada de eso paso. Por desgracia, Tesla no solo quería acabar con su fortuna personal con proyectos fallidos, sino también echó a la basura su patente más lucrativa y, posteriormente, la oportunidad de convertirse en un multimillonario.
Cuando Nikola Tesla murió, en 1943, estaba en quiebra, solitario y al borde de la locura. Pero… ¿cómo pudo ocurrir esto?
Cuando Tesla llegó a América, inmediatamente consiguió un trabajo en Edison General Electric, donde tenía un salario semanal de $18 equivalentes a $440 (405 euros) en la actualidad, pero Edison también le ofrecía un bono de $50.000 o 42.450 euros ($1 millón o 920.939 euros en la actualidad) por rediseñar y mejorar significativamente el sistema de motor eléctrico de corriente continua.
Tesla logró triunfalmente esa hazaña en solo dos meses, pero Edison se negó a pagarle alegando que el bono era sólo una broma. Edison le explicó a Tesla que “no entendía el humor americano” y le ofreció un aumento de $10 por semana.
Tesla rechazó el aumento y renunció ese mismo día. Después intentó triunfar con la empresa Tesla Electric Light & Manufacturing, pero pronto fracasó y se vio obligado a cavar zanjas en la calle para ganar dinero.
Corriente Alterna vs. Corriente Directa
Antes de 1880, ningún hogar en la tierra tenía electricidad. En 1879, Thomas Edison mostró por primera vez su luz incandescente en Menlo Park, Nueva Jersey, y poco después fundó su empresa Edison General Electric.
Edison fue un pionero de la Corriente Directa (CD), un sistema simple pero que con limitaciones extremas. Dado que para ese momento solo existía la CD, inmediatamente se convirtió en el sistema estándar en todo el mundo.
En los Estados Unidos, Edison Electric hizo una fortuna construyendo cientos de fuentes de energía de CD en todo el país. Además, como la nación se convirtió en adicta a la electricidad, Edison ganó una gran fortuna en regalías por su patente.
En abril de 1887 se fundó la Tesla Electric Company y pocos meses después, Tesla construyó y patentó lo que se convertiría en su invención más significativa: el motor eléctrico sin escobillas de corriente alterna.
La corriente alterna (CA) demostró rápidamente ser muy superior al sistema de corriente continua estándar. De hecho, el motor trifásico de inducción de CA era por muy lejos la forma más eficiente de convertir electricidad en energía mecánica.
La CA no solo podría producir voltajes significativamente más altos, sino que además podría transmitir esa energía eléctrica a distancias más largas exponencialmente, a un costo 1000 veces más barato que la corriente directa.
Otro inconveniente importante era que cada fuente de alimentación de Corriente Directa solo podía proporcionar electricidad para entre 10 y 15 hogares en un momento dado y cada casa debía estar a una distancia menor de dos millas de la fuente de energía.
Mientras tanto, una única fuente de energía de Tesla podría transportar cientos de kilómetros de electricidad y suministrarla a decenas de miles de viviendas al mismo tiempo.
Las patentes de Tesla
Después de la difusión de las capacidades superior de la Corriente Alterna, Tesla fue abordado por Westinghouse Electric & Manufacturing Company, quienes le ofrecieron un generoso acuerdo para licenciar su tecnología.
En 1888, Nikola Tesla se reunió con George Westinghouse, fundador y presidente de la compañía, y acordó licenciar sus patentes por la suma de $60.000, más 150 acciones y una regalía de $2,50 por caballo de fuerza generado por su motor de Corriente Alterna.
Tesla también recibiría un salario mensual de $2.000 por trabajar en Westinghouse, el equivalente a $48.000 (44.205 euros) hoy en día.
Pero la verdadera ganancia de Tesla no provenía de acciones, salarios o bonificaciones sino más bien de esos derechos. A medida que la CA poco a poco se adaptaba a todo el país, Westinghouse le pagaba felizmente a Tesla cientos de miles de dólares en regalías cada año.
Hacia 1890, apenas un año antes de su cumpleaños número 35, Nikola Tesla se había convertido en un millonario en pleno derecho.
La guerra de las corrientes
No es sorprendente que Edison no estuviera contento de ver cómo su patente de CD se oscurecía cada vez más, por lo que junto a su compañía lanzó rápidamente una campaña de relaciones públicas para difundir mentiras acerca de los peligros letales de la CA.
Su campaña de difamación involucró a Edison llevando a cabo electrocuciones públicas de gatos y perros callejeros para convencer al pueblo estadounidense de que la CA era completamente insegura.
Incluso Edison llegó a electrocutar públicamente un elefante frente a una gran multitud en Coney Island, en Nueva York. Irónicamente, estas transmisiones públicas mórbidas realmente llevaron a Edison a inventar y patentar la silla eléctrica.
La silla eléctrica de Edison fue bautizada en 1890 con un condenado de nombre William Kemmler en la prisión de Auburn, en Nueva York.
En respuesta a estas falsas acusaciones y mentiras, Tesla inició una gira de relaciones públicas donde sorprendería a las multitudes pasando un millón de voltios de electricidad de CA a través de su cuerpo para demostrar que el único y verdadero inconveniente era un despeinado.
Desafortunadamente, la Guerra de las Corrientes tuvo un gran impacto financiero en Westinghouse. Edison podía sobrellevar el asunto porque estaba respaldado por el millonario financiero J.P. Morgan, pero en 1907, después de casi 20 años de lucha, Westinghouse le seguía debiendo más de $10 millones (8,49 millones de euros) a Tesla y se tambaleaba al borde de la bancarrota.
Por desesperación, George Westinghouse le presentó a Tesla una propuesta que consistía en reducir o rescindir temporalmente de sus regalías para permitir que la compañía saliera a flote nuevamente.
Westinghouse explicó además que si la empresa se declarase en bancarrota, Tesla se vería enfrentado a la casi imposible tarea de recuperar sus regalías con un acreedor bancario.
Para el asombro de Westinghouse, Tesla rompió el contrato original en el acto pues estaba agradecido con la compañía por creer en él cuando nadie más lo había hecho.
Al romper el contrato y renunciar a sus regalías, Nikola Tesla salvó a vida de Westinghouse Electric. A cambio, Westinghouse pagó a Tesla una suma global de $216.000 por el derecho a usar sus patentes de Corriente Alterna a perpetuidad (que equivale aproximadamente a $5,4 millones a día de hoy o 4,97 millones de euros).
Mil millones de dólares… a la basura
En retrospectiva, Tesla pudo haber sido un inventor brillante, pero esto no pasó... En 1907, cuando rompió el contrato, los banqueros estimaron el valor de sus patentes en 12 millones de dólares. Sorprendentemente, $12 millones en 1907 sería igual a más de $300 millones (277 millones de euros) ajustados por la inflación de hoy.
Obviamente, el movimiento más inteligente de Tesla habría sido aceptar la suspensión del pago de regalía por un periodo de cinco años para permitir a Westinghouse ponerse de nuevo en pie y destruir a Edison.
Durante la década siguiente, la CA aniquiló la CD y se convirtió en el sistema eléctrico estándar en todo el mundo. Si Tesla hubiese mantenido su propiedad durante este tiempo, fácilmente se habría convertido en una de las personas más ricas del planeta.
Incluso según las estimaciones conservadoras, él pudo haberse convertido en la persona más rica del planeta y la primera persona con un patrimonio neto de mil millones de dólares en ese momento. Si no hubiera roto ese contrato, hoy esas mismas regalías de CA generarían miles de millones de dólares cada año para sus familiares.
Desafortunadamente, la suerte y la cordura de Tesla se deterioraron durante los siguientes 30 años, lo que lo llevó a participar en un puñado de proyectos muy costosos y fallidos entre 1920 y 1935. Cuando murió, en 1943 y a la edad de 87 años, Tesla estaba en bancarrota y vivía solo en un hotel de Nueva York.
Su habitación de hotel y sus comidas fueron pagadas por George Westinghouse, quien permaneció como uno de los amigos más leales de Tesla hasta el final.
En los últimos años, el legado de Tesla sigue vivo a través de algunos de los inventos más brillantes y famosos en la actualidad. Se dice que los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, son grandes admiradores de Tesla y sus logros.
La inspiración de Page para convertirse en ingeniero fue una biografía que leyó de Nikola Tesla a la edad de 12 años. Además, cuando el multimillonario Elon Musk fundó su compañía de automóviles eléctricos eligió el nombre de “Tesla Motors”.
Por otro lado, la ciudad serbia de Belgrado es el hogar del aeropuerto Nikola Tesla y su nombre aparece en el billete de 100 dinares.
Con información del sitio CelebrityNetWorth. Celebrity Net Worth es un página web que informa acerca las estimaciones de los activos totales y las actividades financieras de las celebridades. Mantente al día con las últimas noticias financieras y de celebridades de CelebrityNetWorth.com a través de Facebook, Twitter.