Para Noel Molina, la basura huele a dinero. ¡mucho dinero! Él y su compañero de trabajo, Tony Sankar, recolecta basura en Nueva York desde hace una década.
Ambos han visto y han olido de todo: pescados, ratas, cerdos y vacas muertas; además, innumerables borrachos los han interrumpido, y sí, una vez Sankar vio una pierna humana asomada en un contenedor.
Trabajan en el turno de 7:00 de la noche a 3:00 de la madrugada llueva, truene o relampaguee. Pero aun así, les encanta su trabajo y el motivo se debe al buen sueldo que tienen.
"Tu basura es mi dinero", dice Molina, de 32 años, con una gran sonrisa dibujada en su rostro.
Molina ganó $112.000 (99.345 euros) el año pasado como conductor de camión de basura y Sankar ganó $100.000 (88.700 euros) como ayudante, montado en la parte trasera del camión.
Sus salarios han aumentado en ocho de los últimos nueve años según sus jefes, los hermanos David y Jerry Antonacci, propietarios de Crown Container, una empresa de gestión de residuos.
Molina abandonó la escuela secundaria en el 10º grado y trabaja en Crown desde hace una década. Su salario inicial, según él, era de unos $80.000 (70.960 euros).
Sankar también abandonó la escuela antes de emigrar a los Estados Unidos desde Guyana hace 20 años.
No todo el mundo gana seis cifras, pero la mayoría de los trabajadores de basura están obteniendo más dinero que desertores de la escuela secundaria e incluso graduados.
A nivel nacional, el salario anual de un conductor de camión de basura es de $40.000 (35.480 euros), de acuerdo con el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. En todas las profesiones, las personas que abandonan la escuela secundaria ganan alrededor de $24.000 (21.289 euros), mientras que los graduados de secundaria ganan $30.000 (26.610 euros) al año, de acuerdo con el Departamento de Educación.
Molina y Sankar son conscientes de que ganan más que muchas personas con título universitario, pues quienes van a la universidad no pueden hacer el tipo de dinero "(que yo hago) en la parte trasera de un camión, recogiendo basura", dice Sankar.
Pero ellos no sólo ganan un buen salario, sino que éste asciende mucho más rápido que el promedio, ¡increíble! A nivel nacional, los salarios de los trabajadores de basura han crecido un 18%, mucho más que el promedio del 14 por ciento para todos los trabajadores desde que la recesión terminó, en junio de 2009.
Esto se debe a que no es sencillo encontrar trabajadores para este negocio. Los empleadores no encuentran conductores de camiones calificados, operadores de vertederos o mecánicos.
David Antonacci dice que recibió 50 solicitudes cuando anunció el trabajo de camionero, de las cuales sólo cuatro tenían licencia de conducir comercial y los cuatro tenían sanciones en sus licencias. Por lo tanto, Antonacci no pudo contratar a ninguno de ellos.
Esa falta de talento es una de las razones clave por la que Antonacci y otros en la industria han dado aumentos a un ritmo más rápido que el promedio nacional.
Es la misma historia en otras partes del país. Kathy Morris dirige una planta de gestión de residuos en Davenport, Iowa, y ha decidido aumentar los sueldos para retener a sus empleados.
"No sólo ha aumentado la demanda de trabajadores, sino también los tipos de habilidades", dice Morris, quien también es directora de la Comisión de Residuos del Condado de Scott.
Pero la recolección de basura está lejos de ser un trabajo fácil. Más allá del hedor, Molina y Sankar levantan cada noche bolsas de basura muy pesadas, serpentean a través del tráfico y conversan entre sí constantemente por seguridad. Trabajan mucho también, entre 55 y 60 horas a la semana.
Y aparte del trabajo extenuante, los estigmas negativos impiden que los jóvenes apliquen aunque la barrera de entrada no sea nada alta: las empresas privadas de basura no piden un diploma de escuela secundaria, los conductores de camiones solo necesitan una licencia de conducir comercial.
Además, según David Biderman, director ejecutivo de Solid Waste Association of North America -la asociación que representa a los miles de trabajadores de la gestión de residuos-, la industria de residuos ofrece seguridad laboral a largo plazo para la gente de clase trabajadora.
Tanto Molina como Sankar tienen cobertura de atención médica completa y un Plan 401(k); además, si dejan el trabajo, tienen derecho a una indemnización por despido.
"Somos uno de los pocos trabajos de cuello azul que no pueden ser subcontratados a China", dice.
También hay nuevas oportunidades en la basura, ya que los nuevos tipos de reciclaje han creado más puestos de trabajo. La compañía de Morris, con sede en Iowa, tiene un equipo que se encarga únicamente de separar madera, tejas, electrodomésticos y equipos de electrónica.
Actualmente Morris cuenta con 45 empleados y planea contratar a seis personas más este año para manejar un nuevo sistema de reciclaje.
A nivel nacional, hoy en día hay 50.000 trabajadores de la basura más que en 2010, según datos del Departamento de Trabajo.
Dada la escasez de trabajadores, algunos de ellos pueden esperar ganar sueldos de seis cifras como Molina y Sankar, que son miembros de un sindicato que ayuda a negociar salarios más altos.
Molina es divorciado, tiene tres hijos y se encuentra en trámites para comprar su primera casa: una vivienda de cuatro dormitorios ubicada en Freeport, Nueva York. Mientras que Sankar, de 48 años, mantiene a ocho de sus nueve hijos (el mayor ya es un adulto).
En el video, Noel Molina y Tony Sankar trabajando:
Artículo original en inglés publicado en CNN.Money. Síguelos en Facebook, Twitter.