Mucho antes de que Airbnb convenciera a las personas de dormir en casas de completos desconocidos y se convirtiera en una compañía valorada hoy en día en $38 mil millones (€32,4 mil millones), tan solo era una idea para ganar dinero extra y pagar el alquiler.
Luego de lograr su primer proceso exitoso, los fundadores se dieron cuenta de que tenían entre manos algo grande. Como todo emprendedor tuvieron que afrontar muchos rechazos y opiniones pesimistas, pero jamás bajaron los brazos.
El éxito de Airbnb ha sido tan descomunal que estrellas como Justin Bieber han usado este servicio.
Aquí puedes echar un vistazo al lujoso penthouse que alquiló Kim Kardashian y Kanye West en Nueva York, a través de Airbnb.
Así fue cómo los creadores transformaron esa idea inicial de rentar un colchón inflable en un negocio que ha puesto en apuros a las cadenas hoteleras.
Todo comenzó con un correo electrónico. Joe Gebbia se lo envió a su compañero de habitación, Brian Chesky. Le planteaba una idea para hacer un bed & breakfast, con una lona para dormir y desayuno. “Podemos hacer algunos dólares”, se lee. Casi nueve años después esa idea se convirtió en una poderosa compañía de $38 mil millones.
Here is the email that started Airbnb. Shown onstage at #TED #TED2016 pic.twitter.com/A2ZF9Epcxj
— Bill Gross (@Bill_Gross) February 16, 2016
En el 2007 tres los amigos - que en ese entonces vivian en la ciudad de San Francisco - no tenían suficiente dinero para pagar la renta. Entonces decidieron colocar tres colchones en su apartamento, con la promesa de desayuno.
Crearon un sitio simple con el dominio airbedandbreakfast.com y compraron tres colchones de aire.
Entonces llegaron sus primeros huéspedes, dos hombres y una mujer. Cada huésped pagó una cantidad de $80 (€69) por dormir en colchones de aire. Uno de los huéspedes, Amol, es un diseñador que ha ayudado a Joe y Brian en el negocio.
“Ser uno de los primeros huéspedes en un Airbnb es como estar en The Tonight Show, solo que para entonces no sabía que estaba en The Tonight Show”, dijo Amol en el 2012.
Pronto se darían cuenta de que tenían una gran idea. Entonces se reunieron con su antiguo compañero de cuatro, Nathan Blecharczyk, para construir el negocio.
Era un tiempo en que la compañía buscaba su propia personalidad para diferenciarse de otros servicios. Después de una breve interrupción, la firma se volvió a poner en marcha en el 2008, pero solo tenían dos clientes y Chesky era uno de ellos.
Para el verano del 2008 los fundadores habían completado una versión final de Air Bed and Breakfast y llegó el momento de encontrarse con los inversores. Habían creado un plan para que toda la experiencia de alojamiento se resumiera en tres clics. Los inversores no estaban convencidos: 8 inversores ángeles los rechazaron y 7 los ignoraron por completo.
Quebrados y endeudados, decidieron lanzar el Air Bed & Breakfast nuevamente en el 2008 en la Convención Nacional Demócrata en Denver.
Debido a que el sitio no estaba produciendo mucho dinero, los chicos crearon las cajas de cereales Obama O’s y Cap’n McCains que vendían en las calles a $40 (€35). Cada caja venía con una serie de edición limitada y la información de la compañía. Su estrategia de marketing funcionó y les ayudó a generar $30.000 (€25.825) para destinar a la empresa.
El inversor Paul Graham se fijó en el trabajo de los chicos y los invitó a unirse a Y Combinator, un startup que reparte dinero en efectivo a cambio de una pequeña parte de la empresa.
Incluso contando con el apoyo de un Y Combinator la compañía sufrió rechazos por parte de famosos inversionistas como Fred Wilson, de Union Square Ventures, quien en el 2011 admitió haber cometido un error. “No logramos entender la importancia del negocio”, escribió Wilson.
La empresa siguió creciendo. Al canalizar sus conocimientos de diseño los fundadores pusieron en marcha un ambicioso proyecto para encontrar anfitriones; es decir, personas que quisieran alquilar sus propiedades. Los visitaron personalmente en Nueva York para estar con ellos y tomar fotos profesionales.
En marzo del 2009 la compañía cambió su nombre a Airbnb simplemente, para que no hubiesen más confusiones con colchones de aire.
Un mes después, finalmente Airbnb obtuvo su gran inversión de $600.000 (€516.480) en capital "semilla", de Sequoia Capital. Entonces la compañía apretó el acelerador.
Cuatro años después, en el 2011, Airbnb ya estaba en 89 países y había alcanzado 1 millón de reservas.
Ese mismo año, uno de los mayores inversores de capital de riesgo de Silicon Valley aportó la suma de $112 millones (€96 millones) en la empresa valorándola en la astronómica cifra de $1.000 millones (€860 millones). Eso convierte a Airbnb en un “unicornio” en Silicon Valley.
Poco después la empresa se encontró con sus primeros obstáculos. Un anfitrión tenía su propiedad totalmente destrozada. En otro caso los dueños del apartamento comenzaron a quejarse porque los huéspedes dejaban el lugar totalmente sucio y en malas condiciones. Entonces la compañía tuvo que aplicar una cobertura llamada “Host Guarantee” de $1 millón.
Luego la empresa tuvo problemas legales en algunas ciudades ya que los edificios no tenían permiso de servir como hoteles.
Nueva York amenazó con prohibir Airbnb. Las ciudades proclamaron leyes que prohibían rentar un apartamento por más de 30 días.
Incluso Airbnb tuvo problemas en San Francisco, su ciudad natal. Hoy en día ha habido algunos avances en las leyes que favorecen a Airbnb.
Las regulaciones no han impedido que la empresa crezca en gran forma y que se convierta en un importante competidor para las cadenas hoteleras.
Un nuevo informe de Goldman Sachs mostró que las personas que se hospedan en un Airbnb la primera vez, son menos propensas a alojarse en hoteles para una segunda oportunidad.
Hoy en día, Airbnb tiene más de 5 millones de listados de alojamiento en 81.000 ciudades de 191 países y ha facilitado más de 300 millones de visitas.
La empresa que fue tantas veces rechazada y que logró subsistir vendiendo cajas de cereales, cerró en el 2017 con ingreso de $2,6 mil millones (€2,23 mil millones). La empresa que comenzó con tres colchones de aire para alquilar y con dos amigos en quiebra, ahora está valorada en $38 mil millones.
Artículo original en inglés publicado en Business Insider. Síguelos en Facebook, Twitter.