En Rusia el tráfico en las autopistas lo sufren los ciudadanos comunes, pero no los más poderosos hombres del gobierno ni los militares de alto rango.
Últimamente desde el Kremlin, en Moscú, se ven despegar los emblemáticos helicópteros de combate Mi-35MS. Pero no van a la guerra. Han sido remodelados para trasladar a los hombres VIP, como una especie de taxis voladores.
Los helicópteros están pintados de verde y han sido despojados del armamento. Los espacios donde se encontraban los cohetes y misiles han sido sustituidos por tanques de combustible de largo alcance.
Eso sí, están equipados con un moderno radar para detectar cualquier amenaza de ataque. Solo unas pocas personas caben en la cabina al mismo tiempo y se entretienen con televisores de pantalla plana y auriculares. Los sofás también han sido actualizados para total comodidad.
Es muy probable que algunos de estos helicópteros se pongan al servicio del oligarca ruso Roman Abramovich cuando visite la casa de gobierno. El empresario, por cierto, tiene excelente relación con el presidente Vladimir Putin.
En este vídeo se pueden observar a dos de los remodelados helicópteros despegar dentro del Kremlin: