Para la mayoría de las personas volar significa estar embutido en un tubo de metal con presión y pequeñas ventanas para ver lo que se pueda del ambiente exterior.
Incluso muchos de los jets ejecutivos, que cuestan millones de dólares, ofrecen muy poco en términos de luz solar natural.
Pero ahora Embraer ha llegado para marcar la diferencia, con un interior tan revolucionario que parece sacado de una película de ciencia ficción.
Con un concepto de diseño interior llamado Kyoto Airship, Embraer ha propuesto equipar sus jets ejecutivos Lineage 1000 con grandes ventanas verticales y claraboyas.
Este súper diseño estará disponible para aquellas personas que quieran ordenar el hermoso avión Lineage 1000 de $55 millones (€47 millones).
Las claraboyas no son algo nuevo en la aviación privada. Cessna las ha estado utilizando desde hace 30 años. Pero es la primera ocasión que se utilizan en un enorme jet que alcanza una altitud máxima de 35.000 pies (10,6 km).
Este nuevo concepto se basó en las especificaciones del jet ERJ145, que tiene grandes ventanas y que es usado por el gobierno brasileño.
El equipo de diseño de Embraer se imaginó un hipotético cliente japonés que quiera sentarse en el suelo en lugar del asiento, y que desde esa ubicación tenga la posibilidad de ver a través de las ventanas.
Los ingenieros deben asegurarse de que las ventanas verticales no conviertan al avión en una estructura demasiado caliente cuando los rayos del sol penetren.
La compañía se encuentra a la espera del primer cliente interesado en este diseño, que resulta totalmente revolucionario.
“Ya sabemos que podemos hacerlo. Ahora solo debe llegar un cliente que se interese”, indicó Jay Beever, vicepresidente de diseño interior de Embraer.