Aprovechando su presencia en el Porsche Tenis Grand Prix que se disputó en Stuttgart, María Sharapova y Mark Webber se escaparon al Centro de Desarrollo de Porsche en Weissach para una actividad muy especial: conducir a fondo el más potente y veloz 911 que ha producido Porsche en toda su historia: el 911 GT2 RS.
La estrella del tenis mundial y el piloto de carreras se conocen desde hace un tiempo y su relación se ha estrechado aún más desde que ambos son embajadores de la marca Porsche. Por eso, la ganadora de los abiertos de Australia (2008), Francia (2012 y 2014), Wimbledon (2014) y Estados Unidos (2006) estuvo más que feliz de aceptar la invitación que le hizo el viernes pasado el ex piloto de Porsche y campeón del Mundial de Resistencia para intercambiar la cancha de arcilla del Porsche Arena por el asfalto de la pista de pruebas de Porsche.
El australiano recorrió el circuito con el tenista en el Porsche 911 GT2 RS de 700 caballos de potencia siempre en la línea ideal y cerca de los límites de la física en algunas curvas. Aunque la tensión para María Sharapova como pasajera no fue tan alta como en un tie-break en el tercer set en la final de un Grand Slam, la rusa disfrutó visiblemente de la escapada a Weissach, que también incluyó ponerse detrás del volante.
“Siempre es fascinante experimentar lo que un piloto de carreras profesional puede hacer con un superdeportivo”, dijo María Sharapova tras bajar del auto. “Claro que teniendo en cuenta mi bienestar, estoy segura de que Mark no estaba conduciendo el auto a su máximo potencial, Él es simplemente un verdadero caballero”.
Cuando se puso tras el volante, Sharapova disfrutó al máximo. El video que grabaron ambas estrellas del deporte mundial lo dice todo.
