No importa todo lo que intenten los fabricantes, ellos no pueden hacer frente a la imaginación de los verdaderos maestros de las máquinas personalizadas, y la historia de hoy confirma esto.
Basta con ver lo que el taller londinense Death Machines hizo con la Moto Guzzi LeMans Mk2 de 1983, descubierta en una propiedad en Italia. Es difícil ver algo así.
Se llama Airforce, en honor a Giovanni Ravelli, pionero de la aviación, piloto de carreras y fundador de Moto Guzzi, nacido en 1887.
El cuerpo en aluminio está hecho a mano y se ve lo suficientemente afilado como para afeitarse con él. Tal como lo expresaron las personas de este taller, cada decisión en el trabajo empieza con la pregunta de lo que haría Giovanni.
“Giovanni Ravelli era tan rápido que lo llamaban ‘el diablo italiano’. Esperamos que nuestro trabajo sea digno de su nombre. Queríamos honrar a un hombre tan increíble y creemos que lo hemos logrado”.