Muchas veces los prejuicios y las limitaciones autoimpuestas es lo que le impide a las personas lograr el sueño de ganar millones de dólares.
Para alcanzar el éxito en la vida debemos derribar algunas murallas mentales, como lo hizo esta familia de Utah, que ahora está ganando una fortuna con una idea simple pero que a nadie se le ocurrió antes.
Esta familia ha creado un simple taburete que ubicas debajo de tu inodoro para posar los pies, y ayuda a aliviar la constipación. Es un invento sencillo pero súper útil que millones de personas usarían para mejorar su salud.
“Ahora todo el mundo dice: ‘¿Cómo no había pensado en eso?’”, dijo Bobby Edwards, quien con 41 años es el CEO de la empresa llamada Squatty Potty.
Todo comenzó porque la madre de Bobby tenía problemas en el baño. “Estuve constipada toda mi vida”, admite Judy Edwards.
Hace algunos años un médico le recomendó a Judy usar un taburete mientras se sentara en el inodoro para elevar sus rodillas. Entonces lo intentó y funcionó.
“Fue una gran diferencia. Le comenté a mi esposo: ‘Wow, estamos en nuestros 60 años, entonces, ¿por qué es primera vez que pensamos en esto?’”, dijo ella.
La gran idea
Pero la pequeña plataforma no era perfecta. Fue en ese momento que Judy vio una oportunidad de negocio.
“No había nada en el mercado que nos ayudara a solucionar ese problema. Así que lo hicimos”, comentó al emprendedora.
Lo que hicieron fue crear un taburete de madera y lo llamaron Squatty Potty. Pensaron en los tradicionales hoyos en el suelo que usan en China como un baño para elegir el nombre de su producto.
Bobby dijo que la postura en cuclillas es la forma correcta como el ser humano debería ir al baño. “Todos tenemos una torcedura en nuestro colon que es necesaria, de lo contrario estaríamos ensuciando nuestros pantalones a diario”, comenta Bobby.
Cuando nos sentamos en el inodoro esa torcedura se relaja solo un poco, pero cuando estamos en cuclillas todo se abre para una mejor evacuación.La familia comenzó a regalar algunos de estos reposapiés a los amigos, quienes no valoraban el producto hasta que comenzaban a usarlo.
Cuando notaron que el taburete había solucionado el problema de sus amigos en el baño, confirmaron que tenían algo bueno entre manos.
Bobby reunió junto con sus padres y su hermano la cantidad de $35.000 (€28.600) para crear un sitio web e iniciar el proceso de producción.
Judy decidió que debían usar plástico para elaborar estos taburetes para bajar los precios de fabricación. La primera orden fueron 2.000 Squatty Potties, que llegaron desde China.
Cuando Bobby vio el contenedor lleno de estos taburetes, pensó: “'nunca vamos a vender tantos'. Y ahora vendemos muchos al día”, comentó el Director Ejecutivo de Squatty Potty.
Entonces Bobby realizó un movimiento inteligente. Envió muestras gratis de Squatty Potties a los blogueros de salud, y de esa forma la popularidad del producto se extendió con rapidez.
El producto fue promocionado en populares programas de televisión. Lo mencionó el Dr. Oz, lo anunció Howard Stern y el empresario Bill Edwards dijo que esta plataforma sería de mucha ayuda para sus hijos.
Así que, en su segundo intento, Squatty Potty clasificó para aparecer en el famoso programa “Shark Tank”.
Recaudaron $1 millón en ventas en las primeras 24 horas desde que el producto apareció en televisión y la compañía recibió una inversión de $500.000 (€409.000) por parte de Lori Grenier, que llevó a los taburetes hasta las vitrinas de Bed Bath & Beyond.
El costo de cada Squatty Potty es de $29 (€24), incluido el envío a cualquier lugar de Estados Unidos.Las ventas del primer año en el 2011 fueron de $17.000 (€14.000).
En el 2015 las ventas se elevaron a $19 millones (€15,5 millones). Y este año van encaminadas a superar la enorme cantidad de $30 millones (€24,5 millones).
“En los próximos años vamos a alcanzar la cifra de $100 millones”, dice Judy con optimismo.
Actualmente la compañía tiene 15 empleados y los productos se hacen en Estados Unidos. Bobby dijo que de esta manera ahorran gastos en traslado y pueden realizar cambios en el proceso de producción cuando lo deseen, y con más rapidez.
El mayor reto siempre ha sido encontrar un balance entre el humor y la comercialización de salud. Squatty Potty lo logró con su divertido comercial. Está protagonizado por un príncipe azul y un unicornio que hace caca de helado.
La primera vez que la familia vio la idea del comercial pensaron que era demasiado explícito y costoso. “Estamos hablando de un tema que nadie quiere hablar”, dice Judy.
Pero finalmente la idea les convenció. Decidieron invertir $250.000 (€205.000) en hacer el anuncio, que ahora tiene 26 millones de reproducciones en YouTube y ayudó a aumentar las ventas. “Ahora haremos vídeos más caros”, dice Bill entre risas.
Sin embargo, en medio de este exitoso camino, han tenido que sortear diferentes obstáculos. Uno de ellos fue cuando decidieron contactar a un consultor y éste los engañó al crear un producto igual para hacerles la competencia. “Fue doloroso”, reconoce Bobby.
Han visto en el mercado imitaciones de su producto, pero los Edwards esperan mantenerse por delante de la competencia con nuevas creaciones, como un taburete portátil para ir al baño fuera de casa que cabe en una mochila.
El éxito ha sido impresionante. Judy Edwards originalmente pensó que solo podía vender algunos Squatty Potties y ahora la vida le ha cambiado por completo a toda la familia.
"Tres meses posteriores a la emisión del episodio en el programa de telerrealidad: Shark Tank, los fundadores de Squatty Potty, ¡Ingresaron $12,3 millones (€11 millones) en ventas!"
Artículo original en inglés publicado en CNBC: Make It. Si te gustó síguelos en Facebook, Twitter.