La historia de Julie Deane y de cómo convirtió $775 (660 euros) en una compañía de $65 millones (55,3 millones de euros) en solo 5 años comienza con una promesa y una situación particular con uno de sus dos hijos.
Todo ocurrió concretamente en 2007. La pequeña, de nombre Emily, estaba siendo intimidada (bullied), acosada e incluso maltratada en su colegio. Poco a poco fue perdiendo su personalidad feliz y extrovertida hasta el punto de llegar a casa con moretones en los brazos.
Deane no podía quedarse con los brazos cruzados por lo que prometió enviar a sus hijos a estudiar en una escuela privada. Sin embargo, en su cuenta bancaria solo había $775 en ahorros y no $31.000 (26.385 euros) que era lo que necesitaba para pagar la matrícula.
Aun así, su voluntad era mucho mayor, por lo que decidió invertir el dinero, por poco que fuera, y crear un negocio para generar los ingresos que necesitaba.
Así fue como en poco más de cinco años, Deane pasó de los $775 que tenía en su cuenta de ahorros a $65 millones con The Cambridge Satchel Company y gracias a las mochilas que vende hoy en 120 países… ¡Sí, por todo el mundo!
Personajes famosos como Taylor Swift, Lady Gaga, Alexa Chung, Zooey Deschanel y Elle Fanning ya se han dejado ver con las mochilas de Deane.
Así nació The Cambridge Satchel Company
Para 2008, Deane se desempeñaba como contadora, madre de casa y empleada en una universidad. Todo al mismo tiempo. Su plan para lanzar el negocio era simple y todo comenzó con una taza de té en su cocina. “Si eres británico, vas a casa, tomas una taza de té, te llevas el ordenador a la cocina, abres un archivo de Excel y comienzas a pensar”, dice.
En su lluvia de ideas de negocios, Deane concluyó que se sentía frustrada por la mala calidad de las mochilas escolares de sus hijos y cuando intentó comprarles una cartera tradicional de buena calidad, no encontró.
“Estaba indignada, porque la mochila es la cartera más británica que cualquiera pueda imaginar. Todos los niños llevan mochilas a la escuela, pero en Gran Bretaña nadie las fabricaba”, explica.
Así que Deane decidió que comenzaría a crear mochilas de calidad. Tomo un par de cajas de cereales viejas, las envolvió en papel marrón y creó el primer prototipo. El nombre se le ocurrió de forma automática “Bueno, tengo que decidir un nombre para la empresa. Vivo en Cambridge y vendo mochilas. Ya está”, cuenta.
El logotipo llegó de forma muy similar, utilizando la función de “Paint” de Microsoft.
Como el lanzamiento de un negocio podía requerir costos adicionales y en ese momento ella no tenía presupuesto para contratar a personal, llamó a su madre. “Bueno, se supone que debes conseguir a alguien que trabaje duro, aguante mi temperamento ligeramente irritado, no espere ser pagado. Así que me quedé con mi madre”.
De una tienda en Escocia a la New York Fashion Week
Los artesanos eran demasiado caros para la empresa de Deane. Así que buscó proveedores en Google y entre las 16 páginas de resultados se encontró con una tienda de suministros escolares en Escocia que se suponía que vendía mochilas.
La tienda no tenía página web, así que Deane tuvo que llamar para preguntar dónde estaban ubicados. Al principio el dueño no quería revelar sus fuentes, por lo que Deane tuvo que llamar cada media hora y hacer una pregunta diferente.
Un día y medio más tarde, cansado de las llamadas incesantes, el dueño de la tienda cedió y le dio los datos de su proveedor.
Sus primeros productos en catálogo fueron tres mochilas de cuero marrón, mientras que sus hijos eran los modelos. Por otro lado, tuvo que hacer un curso gratuito de Microsoft para aprender a hacer un sitio web.
Finalmente lo logró, aunque los iconos no estaban del todo alineados y el diseño no era muy simpático. Comenzó a recibir pedidos (según Deane de sus amigos y familiares por lástima) y en diciembre de 2008 The Satchel Company fue lanzada oficialmente.
En 2010, Deane tuvo la idea de enviar algunas de sus carteras brillantes de color neón a los bloggers de moda para que las usaran en la Semana de la Moda de Nueva York. Esto tuvo un impacto increíble y cuando terminó el evento The Cambridge Satchel Company ya había recibido unas 16.000 órdenes.
En ese momento, Deane tenía cuatro pequeños fabricantes que podían hacer unas 100 carteras por semana.
Cómo The Cambridge Satchel Company se convirtió en fabricante
Para cumplir con las 16.000 órdenes, Deane comenzó a trabajar con un fabricante de U.K. más grande, que en ese momento estaba casi en bancarrota. Cuando se inició la producción, recibió una llamada de uno de los empleados diciéndole que el fabricante estaba robando el cuero, haciendo las mochilas con material de imitación y revendiéndolas con descuento.
“No trabajé con alguien en quien no confío”, señala Deane. Sin embargo, de forma descarada el fabricante le insistía a Deane en que no tenía más alternativas que trabajar con él”. Lo que ella hizo fue seguir al personal de la fábrica, quienes le animaron a abrir una nueva y trabajar con ella.
Tres semanas más tarde, había convertido un edificio casi abandonado en una fábrica de mochilas, con casi todos los empleados de su anterior fabricante.
En 2013, The Cambridge Satchel Company abrió la primera tienda de ventas al por menor y en enero de 2014, la empresa ya valía $65 millones (55,3 millones de euros) y hoy en día sigue valiendo aproximadamente eso.
Artículo original en inglés publicado en CNBC: Make It. Síguelos en Facebook, Twitter.