Grand Hotel Kempinski Riga, el primer hotel Kempinski de lujo de cinco estrellas de Letonia, abrirá sus puertas en octubre. Se encuentra junto a la famosa Ópera Nacional de Letonia y a sus pies se sitúa el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El hotel brinda un nivel superior de comodidad y elegancia tanto para los visitantes como para los habitantes de la ciudad.
El Grand Hotel Kempinski Riga presenta 141 suites y habitaciones de primera clase, dos restaurantes, dos bares y seis amplias salas de reuniones que incluyen el Gran salón de baile, un spa de primera categoría y un centro de bienestar. Huéspedes de todo el mundo podrán disfrutar de unas vistas panorámicas de la capital impresionantes, un servicio elegante y una rica experiencia cultural.
“Estamos encantados de poder ofrecerles el primer hotel de lujo de cinco estrellas de Riga y Letonia, incluido en nuestra excelente cartera,” afirmó Bernold Schröder, director de operaciones de Europa de Kempinski Hotels y miembro del Consejo de Administración.
“Este lugar emblemático, construido originariamente en el siglo XIX frente a la famosa ópera, tiene una larga trayectoria. El nuevo Grand Hotel Kempinski Riga proporcionará una experiencia excepcional a sus huéspedes gracias a nuestra pasión por el lujo europeo, lo que convertirá a nuestro hotel en el lugar ideal para volver a Riga”.
La atractiva ubicación del Grand Hotel Kempinski Riga no es una coincidencia ni tampoco lo es el resurgimiento del emplazamiento del antiguo Hotel Rome, el alojamiento más moderno de Riga, que se remonta a la década de 1880. El edificio original fue destruido casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, reconstruirlo desde cero llevó solo unos años.
El Hotel Riga recién inaugurado, que albergaba el primer bar de Letonia y sirvió el primer cóctel de toda la Unión Soviética, se posicionó entre los mejores hoteles de toda la república. Actualmente, con el motivo de la celebración de la extensa historia del gran edificio y sus destacados huéspedes de todo el mundo, el Grand Hotel Kempinski Riga abre sus puertas en pleno casco antiguo de Riga, reivindicando su posición de centro social que satisface plenamente las necesidades de todos los clientes.
Las modernas habitaciones y suites del hotel parten de 37 m2 en el caso de las habitaciones superiores y llegan hasta los 278 m2 de la suite presidencial. Las habitaciones incluyen mobiliario de madera contemporáneo, excelentes murales, preciosas obras de arte francesas y un suelo de mármol pulido. Cada una de las 141 habitaciones y suites presenta un conjunto singular de tonos pastel, mientras que los grandes ventanales de algunas de las habitaciones tienen vistas al Monumento de la Libertad, la ópera, el canal Pilsetas y el parque.
Los huéspedes pueden disfrutar del desayuno en el Amber Restaurant, donde se sirven comidas durante todo el día, del tradicional té de la tarde en el Lobby Lounge, de una copa de champán antes de la ópera en el Grand Bar o de un cigarrillo para relajarse en el Cigar Lounge. Con la cocina a la vista, el reluciente Amber Restaurant ofrece una combinación única de la gastronomía internacional y letona contemporánea, respetando los platos locales más destacados.
En el último piso panorámico, en la planta 22, encontramos un distinguido bar-restaurante en la azotea, lugar ideal para disfrutar de bebidas y aperitivos locales y originales, mientras se deleita con las vistas de la ciudad con música inspiradora de fondo. El restaurante también ofrece un menú a la carta con los platos nórdicos más refinados, elaborados con ingredientes locales.
Los huéspedes, además, pueden llevarse un trocito de Kempinski visitando el Berthold Delikatessen. La aromática pastelería que se encuentra en el piso inferior permite a los clientes darse un capricho gracias a una gran selección de pasteles recién hechos, un excelente café y comida de alta cocina para llevar.
Grand Hotel Kempinski Riga es un lugar apropiado para grandes conferencias internacionales o celebraciones en la más absoluta intimidad. El espléndido Gran salón de baile, con sus altos ventanales que lo dotan de luminosidad, puede albergar hasta 300 personas y tres eventos al mismo tiempo. El hotel también dispone de cinco impresionantes salones de reuniones privados totalmente equipados y luminosos denominados como los famosos movimientos musicales: Sonata, Solo, Symphony, Andante y Allegro.
Para un servicio más personalizado y una mayor privacidad, los huéspedes pueden alquilar la sala Kempinski VIP, que se encuentra en la 8.ª planta y cuenta con ventanales acristalados, una terraza privada y luz natural. Para hacer que la estancia sea aún más memorable y tranquila, la conserjería y el servicio de aparcamiento están disponibles las 24 horas del día, durante los 7 días de la semana, a petición del cliente.
Por último, pero no menos importante, en el sótano se ubica el Kempinski The Spa, un lujoso spa para el bienestar de 1300 m2 con cuatro salas de tratamiento individuales y una doble, y la singular “Pirts Suite”, inspirada en los tradicionales baños públicos letones.
Las instalaciones de bienestar cuentan con un circuito de baño de lujo que permite experimentar varias temperaturas con vistas a la piscina de vitalidad. En el “Rasul Mud Experience” los clientes pueden disfrutar de los barros letones locales, famosos por sus propiedades curativas.
El spa también incluye un gimnasio con las últimas novedades y el “Beauty Lounge”, un lugar donde los clientes pueden relajarse, socializar y someterse a diferentes tratamientos de belleza mientras disfrutan una copa de champán. Cada elemento del spa se ha diseñado para proporcionar a los clientes innumerables momentos de relajación y bienestar interior, reflejando el ciclo de estaciones europeo y la cultura letona. El spa está abierto a diario no solo para los huéspedes, sino también para visitantes externos.