Mucho antes de sumergirse en piscinas de dinero, manejar carros de lujo y ser buscado por los Federales, el capo de la droga Ricky Donnell Ross (comúnmente conocido como “Freeway Ricky Ross”) quería ser jugador de tenis profesional.
Y puede que no haya estado tan lejos de hacer realidad su sueño. Ricky era la estrella de su equipo de tenis en la escuela secundaria de Los Ángeles, California por lo que la posibilidad de obtener una beca universitaria estaba más que asegurada.
Pero por desgracia, las ofertas de becas desaparecieron cuando su entrenador se dio cuenta que Ricky era un completo analfabeto.
En ese momento, Ross estaba viviendo en un garaje al igual que otras quince personas, por lo que se vio obligado a recurrir a lo que parecía ser el camino más plausible hacia el éxito: ¡EL TRÁFICO DE DROGAS!
Al principio, las ambiciones de Ross con la droga eran a corto plazo y a pequeña escala. Él mismo afirma que en ese momento no tenía ninguna intención de dedicarse al negocio por un largo tiempo. “La idea era hacer dinero y dejarlo.”
Pero…
Su vida dio un gran giro cuando conoció a Oscar Danilo Blandón, un nicaragüense expatriado que había huido a USA en el año 1979, cuando el gobierno de Somoza fue derrocado.
Fue Blandón quien le ofreció a Ross una oferta imposible de rechazar.
Supuestamente, él tenía una conexión con el legendario jefe de un cartel nicaragüense, Norwin Meneses, y podría ofrecerle cocaína al por mayor a un precio increíble.
“Cuando otras personas me pedían $3.000 por la onza, él me lo ponía en $1.800”, explica Ross.
Para ese momento Ross tenía 25 años de edad y estaba comenzando a vivir la vida como un verdadero rey del gueto. Compró una casa por $250.000 en efectivo y con puros billetes de un dólar, estableció más de una docena de espacios para “cocinar” la cocaína alrededor de Los Ángeles y adoptó el nombre de “Freeway” Ricky Ross debido a la casa que compró cerca de la autopista.
Con Blandón, Ross llegó a ganar hasta $3 millones de cocaína ¡por día!. Entre 1982 y 1989, Ross compraba y vendía varias toneladas de cocaína, de hecho, agentes de la DEA y la Fiscalía Federal pueden testificar que, durante casi 10 años, Freeway Ricky Ross recaudó unos $850 millones (801 millones de euros) de fortuna.
A raíz de esto, Ross comenzó a ver en Blandón a un mentor, una figura de padre en quien podría confiar, e incluso, según él mismo cuenta, trató de copiar sus movimientos y cómo se manejaba en el negocio.
La trampa
Blandón equipó a Ross y a su equipo con extravagantes armas de fuego, incluyendo un lanzador de granadas. Él estaba especializado en escáneres de la DEA y en más de una ocasión, le dio algunos tips a Ross para salir triunfante de inminentes redadas.
Todas estas cosas debieron haber levantado sospechas, pero como el mismo Ross señalaba: “No se le pregunta a la gallina por qué pone los huevos de oro, tu simplemente los tomas”.
El mayor indicio de que Blandón podría traerse algo bajo la manga llegó en 1992, cuando fue detenido. Y aunque había estado distribuyendo más de 100 kilos de cocaína por día, solo cumplió una condena de dos años.
Y es que sin Ross saberlo, Blandón se había convertido en un informante de la DEA. Y eso solo podía significar una cosa.
La operación fue realizada en San Diego, en 1986. Ross lo recuerda de la siguiente manera:
“Blandón me llamó y me dijo que tenía 700 kilos de droga y necesitaba deshacerse de ella. Yo no quería hacerlo, pero no estaba ganando dinero y él solo me estaba pidiendo ser un intermediario. Así que acepté”.
De no haber estado cegado por las habilidades de Blandón, Ross hubiese podido oler la trampa. Él generalmente llevaba a cabo sus operaciones de noche, pero justo esa vez insistió en hacerlo de día y le pidió a Ross ir a la ciudad de San Diego en lugar de Los Ángeles. Además, también le exigió el dinero por adelantado, algo que nunca había hecho antes.
“Era mi destino, supongo”, explica Ross, quien al día siguiente amaneció con una sentencia de cárcel de por vida. Pero no fue hasta más tarde que se dio cuenta de que Blandón pudo haber estado apoyado por la CIA durante todo ese tiempo.
La teoría no ha sido probada, pero el periodista Gary Webb la expusó en su libro “Dark Alliance” y en la película "Kill The Messenger".
Webb puso en foco la nefasta alianza entre la CIA y la administración de Ronald Reagan con las guerrillas anticomunistas “Contras” y sus partidarios que estaban involucrados en el tráfico de drogas.
Descubrió cómo toneladas de cocaína fueron enviadas a la californiana ciudad de San Francisco por partidarios de los Contras respaldados por la CIA y luego distribuidos en Los Ángeles a un nicaragüense llamado Danilo Blandón que la vendiá a un traficante de South Central llamado: Freeway Rick Ross.
Un hombre nuevo
Detrás de las rejas, Ross se dedicó a leer libros de autoayuda y biografías de Bill Gates, para absorber algunos consejos para emprendedores. Todos los días se levantaba a las 5:00 de la mañana para hacer ejercicios y era un “preso modelo”.
Contra toda probabilidad, su sentencia fue finalmente reducida a 20 años y, en 2009, Ross volvió a ser un hombre libre.
¿Recuperará Will Ross su pasado y su riqueza? Probablemente no. Pero ahora mismo él trabaja en numerosos proyectos: da charlas de motivación, trabaja en una película sobre su vida dirigida por Nick Cassavetes y está a punto de publicar su autobiografía, escrita con la ayuda del escritor Cathy Scott.
Sin duda hoy en día Rick Ross es un hombre con mucho futuro por delante.
Artículo original en inglés publicado en Celebrity Net Worth. Síguelos en Facebook, Twitter.