¡Dile hola y adiós! al último Rolls-Royce Phantom VII

El último Rolls-Royce Phantom VII ha salido de la linea de ensamblaje, marcando así el final de una era para el lujoso sedán ejecutivo.  El último coche fue comprado por un coleccionista quien lo personalizó, convirtiéndolo en un vehículo único.

Este modelo en particular viene con la distancia entre ejes extendida, y fue inspirado en la edad de oro de los viajes que el Phantom definió.

Dentro del coche, el trabajo de madera personalizado ilustra un buque transatlántico de la década de 1930 para reflejar el estilo art deco de la era.  También hay un bordado de tono sobre tono en cuero color azul, y los relojes en el frente de la cabina y la pared divisora, reflejan el diseño de los radio relojes de los transatlánticos.

El bisel del reloj cuenta con 24 zonas horarias y puede ser rotado en la dirección para establecer el tiempo de cualquier parte del mundo.

El Phantom VII también cuenta con una exquisita alfombra de lana de cordero, y el exterior tiene un acabado en color Blue Velvet con rayas plateadas.

Con un color Blue Velvet y completado con dos ‘coachlines’ con el motivo de un transatlántico, este especial Rolls-Royce también se beneficia de caracteristicas de plata sólida, Spirit of Ecstasy y llantas de rayos.

Bajo su capo se encuentra un motor V12 naturalmente aspirado de 6.75 litros, que produce 453 caballos de fuerza y 531 pies-libras de torque.

Al igual que el Phantom con una distancia entre ejes estándar, el último ejemplar necesita 6.2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (62 mph), con una velocidad máxima de hasta 240 km/h (149 mph).

Rolls-Royce no dará a conocer cuánto le costó este Phantom VII a su dueño, pero otros modelos personalizados han tenido a menudo valores de hasta siete cifras.