Cuando Dan Kan se encontraba en su último año de la universidad aplicó para 35 empleos, la mayoría en el campo de las finanzas, y fue rechazado en 33 de ellos.
“Recuerdo cuándo me iba a graduar de finanzas y pensaba que iba a ganar mucho dinero”, dice Kan, de 29 años, a través de una conversación telefónica que sostuvo con el portal Entrepreneur.
Cuando finalmente se graduó tenía dos opciones: enseñar inglés en Corea del Sur o trabajar en un startup de San Francisco llamado UserVoice. Eligió quedarse en su país y unirse al equipo de la naciente compañía.
Hoy, siete años después, Kan es el cofundador de Cruise Automation, un startup que General Motors compró en marzo por $1.000 millones en un acuerdo a cambio de dinero y acciones.
¿Cómo fue que un recién graduado de finanzas logró tener éxito en Silicon Valley? Un poco de suerte, las conexiones adecuadas, cierta inclinación al riesgo, un comportamiento imperturbable y trabajo duro.
Vena de empresario
Kan se crió en una familia de empresarios. Su madre creó su propia compañía de bienes raíces. Todavía no habían llegado los tiempos de Google Maps, así que Dan y sus hermanos escaneaban y fotografiaban los libros que contenían mapas gigantes para planificar las rutas de su madre.
El hermano mayor de Dan, Justin, también era empresario y creó el sitio para ver películas y series llamado Justin.tv, que luego se convirtió en Twitch. La familia siempre ha sido una gran fuente de inspiración para Dan, incluso ahora que acaba de firmar el enorme acuerdo por la cantidad de $1.000 millones.
Dan todavía comparte un apartamento con uno de sus dos hermanos, en un apartamento conjunto al de su tercer hermano.
“No estaría aquí si no fuera por mi hermano y los otros chicos de Twitch. No solo se trata de tener una idea, es muy importante las conexiones, la gente que conozcas y las personas que te apoyen”, indicó Dan.
La determinación y empeño de Dan han sido fundamentales para el éxito de su empresa.
“Dan no tiene miedo y eso es un componente muy importante para lograr el éxito”, cuenta Nabeel Hyatt, un socio de Spark Capital que invirtió en Cruise Automation.Dan tiene muchas buenas cualidades. Además de su talento natural para gerenciar, también es muy ambicioso, perfeccionista y tiene mucho cuidado de las personas que trabajan con él.
Dan quiso arrancar su propia compañía en un par de oportunidades, que al final no se concretaron. El primer intento fue en el 2011 cuando lanzó Appetizely, una empresa que elabora apps para iPhone para los restaurantes que emiten cupones y así atraer a los clientes.
Pero Apple le informó a Dan que debía unir todas las apps Appetizely para que de manera conjunta ofrecieran el mismo servicio a los distintos restaurantes.
Pero Dan no estaba de acuerdo. Decidió que si no podía ofrecerle un app a cada restaurante entonces la idea no sería tan atractiva. A los pocos meses de su lanzamiento, Appetizely cerró.
Luego emprendería Exec, un app para ofrecer servicio de limpieza a domicilio. El proyecto tuvo éxito al principio, pero en el fondo no le apasionaba a Dan.
En el camino marcado por varias interrupciones, Dan siempre ha estado dispuesto a trabajar duro.
“En Exec estaba dispuesto a limpiar los baños de los clientes. Es un trabajador incansable. Tiene todo lo que necesita un emprendedor”, lo elogió Tristan Zier, el actual jefe de operaciones de Cruise, quien tiene varios años trabajando con Dan.
Otro que también aplaude la fuerza de voluntad de Dan es su amigo de toda la vida Amir Ghazvinian.
“Dan siempre ha propuesto ideas audaces y tiene mucha confianza en sí mismo. Siempre está pensando en cómo mejorar el producto y la experiencia del público”.
Otra gran cualidad de Dan es que siempre lleva a cabo lo que se propone. Jamás deja un proyecto sin completar. Después de vender Exec, Dan comenzó a meditar sobre su próxima aventura.
Desde que era un adolescente había estado obsesionado con la conducción automática. Así que junto a su amigo Kyle Vogt comenzó a trabajar en Cruise Automation en el 2014.
El gran proyecto multimillonario
Después de que Cruise Automation fuera adquirida por General Motors por $1.000 millones, Dan no está autorizado a revelar mucha información sobre la tecnología que ofrece su startup, ya que GM es muy celoso con sus proyectos.
Esa enorme suma de $1.000 millones se dividió entre Dan, el CEO y cofundador Kyle Vogt, y los 40 empleados de Cruise Automation.
Es una ganancia que Dan jamás hubiese logrado ni en el mejor de los empleos, incluso en el banco más prestigioso de Wall Street.
Dan se ha convertido en una especie de mini celebridad. Ya comenzó a ofrecer entrevistas y charlas en universidades.
“Podría decir que el riesgo me llama la atención. Ante cualquier problema que se presenta solo pienso en las posibles soluciones e intento tomar la mejor decisión”, comentó Dan, a quien también se le conoce por su pragmatismo.
Siempre se mantiene relajado y muy tranquilo. “Es muy analítico. Y en todo momento tiene una solución para cada problema. Ningún reto lo intimida y jamás lo ves nervioso”, acota Ghazvinian.
¿Qué les dice Dan a las docenas de bancos que le rechazaron? “Gracias, muchas gracias”, sonríe el ahora millonario Dan.
Artículo original en inglés publicado en Entrepreneur. Síguelos en Facebook, Twitter.